El Área de Juventud de Izquierda Unida
de Valladolid denuncia, en este Día de Villalar, que la Ministra de
Empleo, Fátima Báñez, trata de ocultar la emigración juvenil a la que
nos obligan las políticas llevadas a cabo por su gobierno, llamándola
desde el eufemismo “movilidad exterior”. En nuestra provincia en 2012 se
ha duplicado el número de jóvenes que han tenido que salir al exterior a
buscar un empleo respecto de 2011. Creemos que este es el exilio que
nos imponen las políticas de la troika a los chicos y chicas de
Valladolid y en esta fecha queremos decir basta junto con el resto de la
izquierda de nuestra Comunidad.
Si
bien este tipo de insultos a la población juvenil es frecuente desde
representantes del Gobierno, hace unos meses la Secretaría General de
Inmigración e Emigración afirmaba que la juventud emigraba por “espíritu
aventurero”, las últimas declaraciones de la Ministra dejan en
evidencia su desconocimiento de la precariedad y el sufrimiento de la
juventud española o su cinismo. Llamar movilidad exterior a la
emigración juvenil es desconocer o evitar nombrar la realidad: es el
alarmante exilio juvenil que este país no veía desde el franquismo.
Hace
ya tiempo que desde la provincia de Valladolid la juventud ha tenido
que emigrar a otros puntos de la geografía española y a otros países
para poder encontrar trabajo y tener un futuro. NO NOS VAMOS, NOS ECHAN.
Están convirtiendo Valladolid y Castilla y León en un solar sin
jóvenes.
La juventud es la principal
protagonista de este exilio, que se convierte en la única salida frente a
la falta de oportunidades. Cientos de jóvenes viven en una situación de
emergencia social debido a la falta de empleo, a la imposibilidad de
empezar o continuar una formación tras la fuerte subida de las tasas en
la educación superior y a la pérdida de dos de los derechos más básicos:
la sanidad, que ha sido limitada a los y las jóvenes que no hayan
cotizado a la seguridad social a los 26 años, y la vivienda con la
eliminación de la renta básica de emancipación que provoca que la
juventud tenga que regresar al domicilio familiar lo que supone, a su
vez, perder en muchos casos la ayuda de los escasos 400 euros del Plan
Prepara.
La troika lo deja todo atado
y bien atado. No hay hueco para una juventud critica con su sistema.
Mientras, al mismo tiempo, se criminaliza cualquier intento de respuesta
organizada desde los movimientos sociales u organizaciones juveniles.
La
venta de gran parte de los derechos de la juventud para pagar la deuda
contraída con los mercados, está haciendo que toda una generación de
jóvenes, seguramente la mejor preparada que hayamos tenido nunca, tenga
que construirse un futuro fuera ya no solo de nuestra provincia o
región, sino del país. Un futuro cada vez más precario en los países de
acogida y que convierte a miles de jóvenes en emigrantes sin otra
opción, accediendo a puestos de trabajo muy por debajo de su formación y
en condiciones realmente precarias, como ya lo hicieran los inmigrantes
que venían a España en años anteriores.
Esta
"movilidad exterior", este exilio juvenil, tiene culpables, y son los
gobiernos del PPSOE, que han vendido los derechos de la población en
general y de la juventud en particular a la dictadura abierta del
capital financiero, haciendo que se llegue a tasas de desempleo juvenil
inadmisibles que en el caso de nuestra provincia llega el 49 %. Al mismo
tiempo, desde que comenzó la crisis hasta ahora, han entregado a los
bancos y cajas más de 500.000 millones de euros en ayudas de distinto
tipo, mientras no había ni un solo céntimo para políticas de empleo
juvenil.
Mientras tanto, desde el
gobierno se continúan estableciendo políticas de criminalización y
estigmatización a la población migrante de nuestro país. Políticas que
evidencian un racismo institucional agravado al de los años anteriores.
No contentos con restringir el derecho a la sanidad de las personas
inmigrantes, entre las nuevas lindezas del gobierno, se incluye
sancionar la solidaridad de personas u organizaciones con personas en
situación irregular y aumentar las condiciones para la obtención o
pérdida de la nacionalidad de los extranjeros residentes legales en
España.
La emigración y la
inmigración son dos caras de la misma moneda, consecuencia de las
políticas neoliberales puestas en marcha desde la Europa del capital. La
juventud responde y “Dice Basta”. No es movilidad exterior es
supervivencia, tanto de los que vienen como de los que se van.
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