RESOLUCIÓN SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA

Estamos asistiendo, en los últimos días, al punto más álgido desde que empezó la crisis económica. El desplome de las bolsas de todo el mundo está provocando un nerviosismo en las personas y estamentos directamente implicados. En España está repercutiendo fuertemente en las economías más débiles y al gobierno del PSOE le está costando reconocer la magnitud de la crisis, refugiándose en el hecho de que otras economías europeas van peor y en la esperanza de que pase la tormenta. Mientras tanto no toma medidas que afecten a las causas de raíz.

Ante esta situación, la Asamblea Provincial de Izquierda Unida de Valladolid celebrada en el día de hoy ha aprobado las siguientes resoluciones:

1. Las causas de esta crisis tienen su origen en la especulación financiera que ha tratando de buscar el mayor beneficio con el menor esfuerzo con el visto bueno de las fuerzas políticas que tienen el liberalismo como doctrina política, bien sea el neo-liberalismo o el social-liberalismo .En los EE.UU. la quieren resolver inyectando dinero público, con la mayor intervención desde la Gran Depresión, es decir socializando las perdidas, cuando siempre se ha negando, el liberalismo, rotundamente a socializar las ganancias. Condenamos esta hipocresía y estamos en contra de la búsqueda de soluciones que vayan por esta vía.

2. Una vez más el mercado no ha asignado los recursos de forma que hayan solucionado las necesidades de los seres humanos, de países o zonas enteras del planeta. La globalización capitalista ha dejado en la última década guerras, hambrunas, la ampliación de la brecha de la desigualdad, los mayores incrementos de los beneficios de la historia más reciente. No es un momento coyuntural, es, como ha dicho Joseph Stiglitz, la caída del muro del modelo liberal. Este modelo está incrustado en la médula del PP y visto con buenos ojos por el PSOE.

3. Frente a este modelo neoliberal nosotros proponemos como alternativa la planificación democrática de la economía que tenga en cuenta las necesidades básicas de alimento, vivienda, salud, educación y trabajo de todas las personas.

Planificar democráticamente la economía es que ésta sirva a la mayoría social y no la minoría privilegiada, es tomar partido por la población y no por una parte ínfima de ella.