A pesar de las tres semanas transcurridas desde que este auto fuera hecho público, y de las dos semanas que han pasado desde que la notificación del mismo fue recogida por el Ayuntamiento, el aparcamiento sigue funcionando con total normalidad, tanto en su planta de residentes como en las dos plantas de rotación.
De esta forma, como ya sucediera con la orden de clausura emitida por el mismo Juzgado el año pasado en relación a la fundición Lingotes Especiales, el Alcalde de Valladolid vuelve a desobedecer una orden judicial, utilizando todo tipo de "tretas" para sustraerse de su obligación de cumplir las resoluciones judiciales, como la demora deliberada en la recogida de la notificación judicial o una consulta pueril al juez sobre cómo ejecutar el cierre de las plantas rotatorias.
El Alcalde pretende así ganar tiempo en lo que vuelve a tramitar por tercera vez las licencias de obras y ambiental del aparcamiento, soportadas ahora en una nueva modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valladolid, otra vez ilegal en la forma y en el fondo.
Hay que recordar que la orden de clausura se basa en que el emplazamiento elegido para este aparcamiento rotatorio incumple los criterios establecidos hasta hace dos semanas por el PGOU, al localizarse en pleno centro urbano y no en su periferia, no apoyarse sus accesos en vías principales ni colectoras, invadir varios viarios en los que este uso está prohibido y estar la Plaza Portugalete expresamente desaconsejada para la instalación de un aparcamiento rotatorio.
El entorno de la Plaza Portugalete rebasa además los niveles máximos de ruido permitidos por la normativa vigente, según el mapa de ruido publicado por el propio Ayuntamiento de Valladolid, y la ciudad viene soportando desde hace varios años niveles de contaminación atmosférica que dañan la salud de todos los vallisoletanos. En este contexto, no parece razonable que el Ayuntamiento insista en legalizar una actividad ambientalmente perniciosa para la ciudad, como consecuencia de los hasta 3.000 desplazamientos motorizados diarios que inducen las 260 plazas rotatorias.
Ante esta situación, Ecologistas en Acción, la Federación de Vecinos e Izquierda Unida exigen al Alcalde de Valladolid que de cumplimiento a la orden judicial de clausura, y le vuelven a emplazar a para que modifique la concesión administrativa de explotación del aparcamiento, reconvirtiendo las 260 plazas rotatorias en plazas de residentes, lo que beneficiaría la salud de los vallisoletanos y haría innecesario el aparcamiento de residentes proyectado en la vecina Plaza de la Antigua.
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