miércoles, 10 de diciembre de 2008

Las personas antes que los beneficios. Las ayudas públicas para el empleo digno.

Manifiesto crisis sector de la automoción. Manifestación: 13 de Diciembre, 18h. Plaza Colón.


La crisis económica que estamos viviendo pone de manifiesto las contradicciones del modelo económico dominante: se privatizan los beneficios pero se socializan las pérdidas. Somos las personas que vivimos de nuestro trabajo quienes pagamos los platos rotos, sin haber sido partícipes del festín ni culpables de los errores.

La crisis de la industria del automóvil, que ya viene avisando desde hace tiempo, es un perfecto ejemplo de este modelo. De una empresa como Renault dependen, entre empleos directos e indirectos, cerca de 20.000 puestos de trabajo en Castilla y León. Debido a su importancia, ha recibido cuantiosas ayudas públicas, poco transparentes en muchos casos, sin que ello haya supuesto obligación alguna de comprometerse con el empleo digno y estable. Ha resuelto sus problemas a base de reducir puestos de trabajo y mermar los derechos de los trabajadores y de nuevo tiene en sus manos la capacidad de chantaje a los poderes públicos y a la ciudadanía: o el dinero público, de todos y todas, sale al rescate, o los puestos de trabajo corren peligro.

El futuro de Renault en Valladolid

La planta de Carrocería-Montaje, presenta desde hace algunos años, un futuro lleno de incógnitas. ¿A qué se debe esta incertidumbre? No desde luego a una mala situación para la empresa: Renault España obtuvo en los seis últimos años un beneficio neto total de 571 millones de euros, bastante por encima de la media de los fabricantes instalados en España.

Además, en estos últimos seis años ha recibido 172 millones de euros sólo en concepto de subvenciones (dejando al margen bonificaciones fiscales, créditos a cero interés, EREs, prejubilaciones). Con los enfoques de Renault, estamos abocados a un flujo periódico y perpetuo de subvenciones que sólo alejan el problema pero no lo solucionan, y, además, corremos el riesgo de ayudar a la empresa a preparar medidas mucho más drásticas que lleven al cierre definitivo de alguna de sus fábricas en España.

Esta crisis tiene características diferentes: sobrecapacidad de producción, crisis energética, e impacto medioambiental que el planeta no puede digerir. Y las empresas buscan el atajo de recortar costes laborales en otros países, a través de la deslocalización, como en su día hicieran aquí.

Renault habla ahora, incumpliendo sus compromisos en el convenio colectivo, de traer a esta fábrica el montaje de un nuevo coche eléctrico, sin ningún compromiso sobre la fecha de lanzamiento, sin garantías reales de viabilidad y sin asegurar que el nuevo modelo puede devolver la carga de trabajo suficiente para poner en marcha, al menos, dos turnos de trabajo. Con ello trata de adquirir de la Junta y de la administración del Estado compromisos de ayudas para el nuevo modelo bajo el recuerdo permanente de que la crisis puede dar al traste con todo.

Izquierda Unida considera que la actitud de las administraciones públicas, especialmente en estos tiempos de crisis, debe cambiar radicalmente y, por tanto, deben exigir compromisos de permanencia, estabilidad y dignidad en el empleo, planes de viabilidad creíbles y reconversión industrial para hacer posible todo ello. No apoyaremos ninguna medida que vuelva a facilitar ajustes laborales con ayudas públicas sin contraprestaciones basadas en los anteriores criterios. Izquierda Unida no quiere que sean los trabajadores y trabajadoras quienes paguen la crisis y los errores de una empresa, como Renault, que ha tenido enormes beneficios.

Por todo ello, Izquierda Unida:

apoya todas las movilizaciones que realicen las trabajadoras y trabajadores de Renault y las empresas auxiliares del sector, y hace un llamamiento a la máxima unidad sindical para lograr mayor fuerza en la defensa de sus derechos. Igualmente llama al conjunto de la ciudadanía a participar de las mismas.

exige a Renault España responsabilidad en esta difícil situación. Los derechos de las personas deben estar por encima de los beneficios y la aportación durante décadas de miles de personas a su producción no puede dejarse de lado cuando las ganancias se reducen. IU no encuentra ninguna razón objetiva para que Renault no cumpla con los compromisos adquiridos.

considera que las empresas del sector deben prepararse para que su proyecto empresarial tenga continuidad en el tiempo teniendo en cuenta las variables del nuevo entorno: recesión económica duradera, crisis medioambiental, crisis energética, exigencia de un diferente y mayor compromiso social y otro modelo de relaciones laborales. Se acabó el tiempo de la irresponsabilidad y la precariedad propias del neoliberalismo.

solicita de la Junta de Castilla y León, del Gobierno y el conjunto de los poderes públicos un cambio en la gestión de la crisis. Hay que acabar con la idea de socialización de las pérdidas y condicionar las ayudas públicas a compromisos con la estabilidad y la dignidad en el empleo así como con la permanencia de las empresas. Toda subvención pública deberá realizarse con la máxima transparencia.

llama a la máxima vigilancia de las instituciones y la sociedad ante los posibles ajustes laborales que pretendan realizar las empresas del sector. No toleraremos medidas injustificadas que carguen sobre la gente trabajadora los efectos de la crisis.

1 comentario:

sexy dijo...
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